¡Saludos Queridos Amigos!
Intentaré escribir unas notas para darles una idea de cómo es la vida en Piura.
Llegué el 4 de marzo en la peor época del año. Fue un mal tiempo porque hubo muertos en las protestas el día anterior, pero me refiero al clima. Si crees que te gustaría estar en un sauna 24-7, entonces deben visitarme entre diciembre y mayo. Pero si preferiría un rango de cómodo a caliente en el día con noches frescas hasta frías, entonces deben venir en cualquier otra parte del año.
Diciembre a mayo es la temporada de lluvias aquí en Piura. Lo peor que yo he visto es como una lluvia liviana, pero llegué al final de la temporada así que no he experimentada una buena lluvia aquí. Sin embargo, ¡sí experimenté lo peor del calor! Casi siempre, el cielo es azul y la intensidad del sol es sin misericordia. Las temperaturas estaban arriba en los 30 grados hasta medianos de los 40 grados todo el día con poca variación en la noche. No pude hacer nada sin estar sudando. Compré un ventilador para usar en el día y un aire acondicionador para poder dormir en la noche. Un día experimenté lo que es un calor sofocante — un par de veces sentí que no pude respirar.
Entonces, en solo una cuestión de semanas, todo cambió. Piura entró en invierno. Ahora los días son cómodamente calientes a calientes (en contraste a muy, muy calientes) y las mañanas son frescas con las noches frescas a frías. Hace dos meses, ni pude imaginar usando algo con mangas, pero ahora en las noches necesito un suéter o chaqueta sobre mangas largas. Esto debido a la bajada en temperaturas y un fuerte, fresco viento. En el verano hubo viento también, pero de aire caliente, así que no hizo mucho para refrescar.
El cielo sigue azul. Casi ni existen días nublados. Y las noches son espectaculares. Aún en la ciudad se puede ver las estrellas. Puedo subir al techo para verlas, y también las disfruto cruzando el puente en la noche. Y cuando he estado afuera a la hora del atardecer, he visto unos crepúsculos impresionantes.
Disfrutando estar en Piura mucho más en estos días,
Brenda
