¡Saludos de Arequipa, Perú!
Desde la última vez que escribí, he estado en Venezuela, regresé a Lima y volé a Arequipa, Perú. ¡Estoy anticipando con gusto el día de estar situada en Piura!
El 18 de diciembre volé a Caracas con la esperanza de comenzar el proceso de enviar mis cosas al Perú antes que las compañías tomaran sus vacaciones pero estaban ocupadas y me avisaron contactarles el 11 o 12 de enero. Esto me dejó algo nerviosa, pero disfruté de la oportunidad de visitar con mis amistades en Caracas, Guatire, Barquisimeto, y en la playa. Pudiera haber sido la última visita a la playa así que disfruté ver los colores de los corales y los peces tropicales y me contentó poder compartir la belleza del mundo acuático con mis amigas (y unos desconocidos también).
Al regreso a Caracas, recogí las maletas que había dejado guardadas y las limpié de todo lo sucio acumulado. Desafortunadamente una de ellas se extravió – la que contenía todos mis álbumes de fotos de mi nacimiento hasta hace pocos años, entre otras cosas. Espero que aparezca algún día. El lunes comencé el proceso del envío y el viernes por la mañana, el 15 de enero, realizamos la revisión cuando la Guardia Nacional saca TODO de cada una de las maletas para inspeccionar el contenido y entonces reempacarlas tirando las cosas. No pudieron esforzar a todas cerrarse pero no se preocuparon por eso porque las aseguraron con una banda y las envolvieron en plástico. Las maletas fueron enviadas el viernes en la tardecita y yo regresé a Lima el lunes por la noche. Invertí el martes y miércoles a sacar las cosas de la aduana Peruana de Lima. Afortunadamente sólo revisaron superficialmente a dos de las maletas y todas fueron liberadas sin costo adicional. ¡Será un milagro si el contenido llegue intacto a Piura!
El jueves volé a Arequipa en el sur del Perú. A una altura de 2.335 msnm y bordado por tres volcanes, es hogar a los demás misioneros de la MAE Perú. Estuve para conocerles y aprender más en cuanto a la cultura peruana y sus procesos de adaptarse, y también participé en su semana de EBV. 
Allí disfruté de un clima templado. Un día comparé las temperaturas: 22 C (se siente como 24 C) en Arequipa, 31 C (37 C) en Lima, y 37 C (¡44 C!) en Piura mientras que estuvo en -13 C en mi ciudad natal.
El 31 de enero regresé a Lima. Estaré el mes de febrero aprendiendo del equipo pastoral de la iglesia madre, la Iglesia Alianza Miraflores. Justo antes de llegar al Perú se cambió radicalmente la estrategia para la fundación de la iglesia en Piura. Escribiré más en cuanto a esto más tarde, pero mi rol cambió al ministerio con los jóvenes. Por favor, oren por mí mientras sigo preparándome para el nuevo enfoque ministerial y adaptándome a la nueva cultura aquí.
¡Que Dios les bendiga!
Brenda
